PRÍNCIPE DE VERGARA
Pregunto: ¿son los pájaros mi único estigma?, ¿son ellos mis secretos confesores?
Soy el poeta de la vanidad y la belleza.
Quisiera haber sido Da Vinci para inventar la perfección de un rostro.
Pintaría, como el hábil maestro florentino,
los dorsos más sensuales, los rostros y labios más voluptuosos.
Buscaría desesperadamente, igual que Pitágoras,
la fórmula para explicar la belleza de una minúscula flor y del universo.
Quiero ser Maestro para moldear a mi gusto
el tamaño de los ardientes miembros de mis amantes.
Quiero crear ejércitos de cuerpos hermosos
dedicados a mi sensual inclinación.
Todos bailarán en mi honor, todos ellos reclamarán su turno...
Ja, ja, ja...
...pero sólo soy un poeta,
ni siquiera puedo traer a la vida una imagen diáfana,
todo mi mundo pertenece a la ingrata zona imaginaria.
Estéril consuelo, patética devoción.
Pregunto, ¿son los pájaros mi único estigma?,¿son ellos mis secretos confesores?
Madrid, Febrero 25 de 2003
(Del poemario Obscena lucidez de un inútil)
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