Nunca pensé que podrían llover iguanas
Nunca imaginé verlas atolondradas en el suelo,
por la caída,pero sucedió.
Vi a las iguanas inundando mi patio
Estaban muy contentas cuando se les hubo pasado el mareo,
me miraban con sus ojitos apagados
Dando grititos de emoción.
Yo encendí antorchas y bailé a su alrededor
Feliz porque siempre había soñado
Con ser el amo de una manada de iguanas
Iguanas azuladas,iguanas verdosas,
Iguanas casi incoloras o grisáceas
Iguanas con rostros de niños y de viejas
Iguanas con aristas puntiagudas.
Chispitas de colores y fuegos artificiales
Para saludar a mis iguanas,hijas adoptivas
Para menguar mi hastío
Enfermeras que cuidarán de mí,
Perpetuas y sensatas novias
enemigas de mi angustia.
(Del poemario inédito Adversos)
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