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LOS DULCES VERANOS DEL JOVEN CONDE DE CEBALLOS

¡¡¡YA ES NAVIDAD!!!

Así es, ya es oficialmente el día de Navidad, y, por tanto, el segundo día de este blog, al que he logrado hacerle algunos cambios introduciendo textos de público interés. La noche de Navidad, que por cierto pasé en compañía de Nadie y sin desencanto alguno –pues cené bien, escribí dos relatos, otro par de poemas, y empecé este blog, además de ver una buena película y disfrutar de buena música-. El mejor regalo que puede hacerse un hombre es su soledad bien administrada. Yo intento siempre que mi soledad no sea una pesada carga, y me comprometo conmigo mismo a siempre exprimir estos tiempos huérfanos a los que suelo sacar mucho provecho. La pasada noche ha sido muy provechosa; el aprovechamiento del tiempo es algo de lo que siempre debemos enorgullecernos, es tanto el tiempo que pasamos realizando actividades inconcretas y superfluas que lograr concluir tareas es más que un acto heroico, es también una muestra de disciplina y de evolución. Para el nuevo año hay muchos proyectos para llevar a cabo –y no dejarlos inconclusos-, nuevos sueños y metas, sobre todo la realización del ideal más lógico. Los años avanzan, amigos, y con ellos las catástrofes inherentes a la parsimonia… ¡Ah buenos y atentos dioses, permitidme este año la obtención del bien supremo, y a vos Fortuna, piedad os imploro… o una tregua, ¿tal vez?Sonriente

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