LA ROSA DULCE Y CERCANA
Entre la lluvia de invitaciones que he recibido en estas atareadas fechas navideñas y los compromisos de índole profesional y personal, recibí, este fin de semana pasado, una bastante agradable, a la que no pude negarme –como sí he hecho con muchas otras-; primero por sentirme muy halagado, segundo por tratarse de mi amigo personal el poeta José Manuel Martínez Sánchez y tercero porque me cuesta negar una invitación referente a la poesía. Problemas personales y de salud me impiden cumplir con todas las obligaciones que como escritor y amigo me reclaman por ahora, pero para esta en particular he hecho un esfuerzo sobrehumano y he asistido. En fin, que puestos a eliminar compromisos sociales yo prefiero renunciar a esas agobiantes cenas de Navidad o a las agotadoras jornadas con el cuerpo diplomático americano. El sábado me desplacé hasta Murcia para asistir a la tertulia y presentación de la revista digital La rosa profunda. Esta publicación digital nació hace unos dos años. Sus creadores son dos estudiantes de segundo de Filología Hispánica: Antonio Luis Bastida García y el poeta albaceteño José Manuel Martínez Sánchez. El consejo de redacción está integrado por Isabel Arenas y Juan Manuel Sánchez Meroño. El poeta albaceteño y codirector valora de “inestimable” la colaboración de Carlos Jesús Escolano García, que se ha ocupado de la sección de artes plásticas, realizando una serie de comentarios de gran calidad teórica a las pinturas de Antonio Martínez Mengual, Alberto Sevilla y Eloísa García, y a las fotografías de Rogério Oliveria. La revista cuenta con un comité asesor, formado por profesores de la facultad (Francisco Vicente Gómez, Abraham Esteve Serrano, Vicente Cervera y nuestro Decano, Don José María Jiménez Cano). Y cuenta con un comité de honor compuesto por los escritores Fernando Arrabal, Lucía Etxebarria, Luis Alberto de Cuenca y Luis Antonio de Villena, que amablemente han prestado su apoyo y complicidad desde el principio. El año pasado, La rosa profunda fue presentada en un pub, propiedad de la escritora Lucía Etxebarria, quien además facilitó alojamiento en su propia casa a los amigos encargados de la revista. Desde su génesis, La rosa profunda se fijó el objetivo de aunar en sus páginas tanto a creadores conocidos, de prestigio y larga andadura, como artistas noveles, que se están dando, poco a poco, a conocer. A la hora de seleccionar los textos, el criterio ha sido el de la calidad artística de los trabajos editados. Ya se han publicado escritos de grandes nombres, como los escritores Fernando Arrabal, Luis Alberto de Cuenca, Vicente Gallego, Fernando Savater, Luis Antonio de Villena, y los pintores murcianos Antonio Martínez Mengual, Pedro Serna y Alberto Sevilla. Y nombres menos conocidos pero que exhalan una marcada calidad, como los escritores Martín Cid, Antonio Terrasa Lozano, Raquel Zarazaga, entre otros; las pintoras Eloísa García y María Sivana; el fotógrafo portugués Rogério Oliveira; y el dibujante de cómic Juan José Santiago Martín. El evento en general fue un éxito rotundo, con el aforo completo del bar Ítaca; hubo una ronda de lecturas en la cual el papel de José Manuel Martínez Sánchez fue muy relevante, pues ofreció una lectura de su ya afamado poema Memoria Privada que desde aquí le aplaudimos, por ser uno de esos poemas que logra trascender y tomar forma propia. Es curioso, el sábado me sentí entusiasmado al encontrarme en un ambiente agradable y poético, más cercano también. Recuerdo que hace un par de años, cuando llegué a Albacete y aún no conocía Murcia, se me ofreció una información muy negativa sobre esta ciudad, cada persona me daba una versión distinta de la fealdad y, por ende, de su poca relevancia. Pero yo me resistía a creer a las malas lenguas y un día me escapé a Murcia… Así descubrí que gran parte de esos malos comentarios estaban producidos un poco por la “envidia”, porque Murcia es una buena ciudad, bonita y agradable, sus calles son acogedoras y su gente carismática. Este fin de semana lo he corroborado de nuevo… Hagamos un poquillo de histórica y veamos como Murcia –que fue Reino- es más de lo que algunos creen. Murcia fue fundada por el emir árabe de Córdoba Abd-Al-Rahman II allá por el año 825. La ciudad se creó cercada –ojo- por una muralla de 15 metros de altura jalonada con 95 torres defensivas, así como 9 puertas que la comunicaban con el exterior. En 1266 (febrero) Jaime I de Aragón entra en la ciudad anexionándola al reino de Castilla y, finalmente, hacia finales de siglo, Murcia pasa a ser no solo reino protegido sino también gobernado por Castilla. Este reino que gana en antigüedad, en nobleza, en estirpe, que supera hoy con creces a muchas otras ciudades que carecen de la mayoría de los ingredientes para ser ciudad –como un buen servicio de transporte público o lugares de ocio variado- da cobijo también a un movimiento cultural importante, cuyo germen son también jóvenes, cosa que la honra. Cualquier escritor que esté en medio de estudiantes y de jóvenes que propenden por el cuidado de las artes y las letras puede deslumbrarse y por ello desear conceder estos favores –que yo he concedido hoy tan pródigamente- a la bella Murcia y a sus tertulias, cafés de charla y sitios divinos. Recuerden, pueden acceder a Internet para ver www.larosaprofunda.com y leer textos de múltiples autores españoles algunos de relevancia nacional e internacional. De momento yo, desde aquí, auguro muchísimos más éxitos cercanos y lejanos para la revista digital La rosa profunda –título borgiano, desde luego- y sus integrantes.
Publicado el lunes 18 de diciembre de 2006 en EL PUEBLO de Albacete (Página 5)
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